Alejandro
Fernández llegó a la Ciudad del Pecado, para junto a cerca de diez mil
personas, celebrar el Grito de Independencia. Con algunos errores, una pelea de por medio y una que otra canción olvidada, El
Potrillo hizo las delicias de sus seguidores en el Mandalay Bay Events Center,
interpretando sus grandes éxitos al ritmo del mariachi y el pop, festejando 20
años de trayectoria artística.
Alrededor de las 20:30 horas, los asistentes al espectáculo
ofrecido por el hijo de Vicente Fernández llegaron presumiendo sus mejores
galas: ellas, ataviadas con entallados vestidos, algunos en negro y otros con
colores vivos; ellos, luciendo trajes o pantalones de mezclilla y camisas.
El Mexican Independence Weekend
En el lugar, llamaron la atención aquellos que se atrevieron a
lucir pelucas tricolores, una bandera como banda o los clásicos sombreros de
charro, gritando "¡Viva México!" a todo pulmón contagiando con su
euforia al resto de los mexicanos que visitaron Las Vegas este fin de semana
para celebrar el denominado Mexican Independence Weekend (Fin de semana de la
Independencia de México).
Además, algunos se animaron a entonar el clásico Cielito Lindo a su
paso por el vestíbulo del lugar, ante la mirada de emoción de otros
compatriotas que llegaron de Guadalajara, Puerto Vallarta, Monterrey, la Ciudad
de México, entre otros lugares de la República Mexicana, muchos de los cuales
se les unieron para apoyarlos con el festejo.
Algunos esperaban la entrada al recinto en los restaurantes aledaños, otros más
lo hacían en el casino del hotel, otros más llegaban con prisas, pero todos con
la emoción de cantar junto a Fernández los éxitos de dos décadas de trayectoria
y seguir la fiesta.
Y aunque la cita estaba pactada para las 21:00 horas, no fue sino hasta una
hora después que el artista mexicano se presentó en el escenario del mencionado
recinto, para ofrecer un único concierto para conmemorar el 202 aniversario de
la Independencia de México. Alrededor de las 22:00 horas dio inicio el recital con un popurrí en el que
incluyó Esperando, Qué bueno y Que seas muy feliz, con el que Fernández puso a
cantar y bailar a todos los presentes en este espectáculo previo a las
presentaciones que realizará en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México
los próximos 25, 26 y 27 de septiembre.
"Muchas gracias. ¡Muy buenas noches Vegas! ¿Cómo está México? Muchas
gracias por acompañarme esta noche especial que será muy mexicana. Les
agradezco que habiendo tantos eventos, hayan elegido estar conmigo. No tengo
más que cariño y mis canciones para agradecérselos, ¡lo único que necesitamos
es mucho ambiente!", dijo a modo de bienvenida, en medio de los gritos de
sus seguidores.
¡Viva Chente!
El momento cumbre de la velada llegó alrededor de las 23:00 horas, cuando el
sonido de las campanas se escuchó en el recinto, momento en el que Fernández
abandonó el escenario principal y se plantó en medio del lugar, para recordar a
los héroes de la Independencia, incluyendo al suyo.
"Mexicanos: ¡Vivan los héroes que nos dieron patria!, ¡Viva Hidalgo!,
¡viva Morelos!, ¡Viva Josefa Ortíz de Domínguez!", dijo para después
mencionar tal vez a su padre, pues con la voz en alto exclamó: “¡Viva
Chente!", ante un público al que no le importó que se le olvidaran los
nombres de los héroes nacionales. Para ese instante, Fernández llevaba alrededor de 15 temas interpretados, entre
ellos Mátalas, Si he sabido amor, Ella, Estuve, Abrázame, Serenata Huasteca y
Las nalgadas, entre muchas otras, que provocaron los aplausos y que las
aproximadamente 10 mil gargantas se unieran al unísono para cantar junto a él.
Le apuesta a México
Poco antes de la media noche, la velada amenazaba con llegar a su fin, ante los
gritos de emoción de aquellos que no querían que el protagonista de la cinta
Zapata abandonara el escenario; sin embargo, una pelea en la zona preferente,
le restó atención al artista, quien ni se inmutó ante el suceso, pues no se
percató del conflicto.
Y es que varios hombres comenzaron a soltar golpes, los mismos que el equipo de
seguridad del hotel logró contener para que la situación no pasara a mayores,
mientras que Fernández le ponía voz a las melodías Si tú supieras, No sé
olvidar y Tantita pena. Durante el show, la constante para el artista fue un vaso lleno con una bebida
de color ámbar, el cual constantemente viajaba hacia los labios del solista,
quien para el final de la velada, olvidaba las letras de sus canciones, como en
Te voy a perder y Como quien pierde una estrella, en las cuales prefirió que el
público fuera el que cantara.
"¡Gracias México!", fueron las palabras de despedida del artista,
quien al parecer ante la euforia por los festejos nacionales, olvidó que no se
encontraba en nuestro país.
Por:
Montserrat Ríos Navarro
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