Son guapas, ricas y famosas pero les falta el glamour de las grandes estrellas. Tienen a su disposición ropa y complementos de los mejores diseñadores del mundo y hasta podrían permitirse un estilista que les aconsejara en las grandes citas. Pero ser fieles a su estilo les gusta más, aunque eso suponga estar siempre entre las peor vestidas. Es el caso de Nicki Minaj. El look con el que se presentó la artista a los Premios BET, que se celebraron en Los Ángeles este domingo y que reconoce cada año músicos negros, actores y deportistas, no tiene desperdicio.
Mucho exceso de curvas
Tener curvas no es malo, aunque siempre se dice que los excesos nunca son buenos. Aún así, se deberían seguir las reglas establecidas según el cuerpo de cada hombre o mujer para no romper las normas de estilo y buen gusto. Y precisamente, embutirse en unas mallas, en este caso de animal print, que resaltan en exceso el trasero, la cadera y las cartucheras no ha sido un gran acierto por parte de Minaj. Pero si se le añade la especie de chaleco de piel que tiene pinta de ser la corteza de un árbol, y que deja entrever un top amarillo muy escotado, aún es peor. Y eso que Nicki escogió unos Louboutin para sus pies…
¡Y qué decir de su cara! A pesar de tener 29 años, parece que el botox haya invadido su cara y le haya quitado la expresión natural. Es como si le estuvieran cogiendo por ambos lados y le aguantaran esa sonrisa que hasta parece falsa. Su pelo tintado de rubio pollo tampoco le ayuda mucho, por no hablar del moreno artificial de su piel.¿Sólo mal gusto o estrategia publicitaria?
En resumen, el conjunto del modelito no tiene desperdicio. Hortera, mal combinado y encima echando a perder un buen calzado. Pero es que no es la primera vez que esta mujer destaca entre las peor vestidas de una alfombra roja.
También fue coronada con este título en los Grammy 2012, donde lució un Versace diseñado para ella, con el que parecía Caperucita Roja. Además, muchos medios hablan de ella como la peor vestida del año. Méritos los hace desde luego.
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